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Gerardo Aguado
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Gerardo Abraham Aguado Gómez es miembro de Acción Nacional desde 2008. Actualmente es Diputado local en la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Coahuila. @GerardoAguado

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06 Junio 2020 04:05:00
¿Qué más deben aguantar?
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El 31 de agosto de 1993 se publicaron en el Periódico Oficial del Estado dos decretos: el 296 que crea el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón (Simas Torreón) y el 301 que crea el Sistema Intermunicipal de Aguas y Saneamiento Torreón-Matamoros (mejor conocido como Simas Rural). Y no es sino hasta el 9 de enero de 1998, que se publica el decreto 99 que crea el Simas Matamoros.

Los tres organismos tienen el mismo objeto: administrar, operar, conservar y mantener, el sistema de agua potable, drenaje, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales correspondientes a cada municipio. También pueden fijar cuotas y cobrar por dichos servicios.

La Ley de Aguas para los Municipios del Estado de Coahuila establece que los servicios de los Simas estarán a cargo de los municipios y que puede ser a través de tres figuras: órganos descentralizados como Simas Municipal, entidades paramunicipales, o particulares concesionados como es el caso de Aguas de Saltillo. Adicionalmente se puede coordinar la prestación de servicios con un Sistema Intermunicipal, a lo cual en enero del 2015 se creó la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS), quien supervisaría las operaciones del Simas Torreón- Matamoros, mejor conocido como Simas rural.

Esto deja a los tres Simas (Torreón, Matamoros y Torreón-Matamoros) en una relación compleja respecto a su operación, ya que, si bien los tres están facultados para operar en su límite territorial, la sobreposición de un organismo intermunicipal difumina los limites en los que operan los otros dos organismos, considerando que la expansión de la población de ambos municipios ha hecho imperceptible la división no solo entre ellos, sino entre lo rural y urbano.

De acuerdo con la Conagua, el Simas Torreón-Matamoros cuenta con 17 títulos de derechos de agua de los cuales 12 se encuentran en la mancha urbana de Torreón, atendiendo a 38 mil 527 hogares de los cuales el 82.83% están en Torreón.

En la práctica, 27 años después de celebrado el decreto que daba lugar al famoso Simas Rural o Simas Torreón-Matamoros, actualmente en Torreón existen colonias o fraccionamientos perfectamente urbanizados en aquel territorio que alguna vez fue rural, el problema es que el desordenado crecimiento de Torreón ha ocasionado que un fraccionamiento o colonia sea vecino de un ejido y en algunos casos ocurre que el primero –en temas de agua– es administrado por Simas municipal y el segundo por Simas rural. Efectivamente, dos organismos distintos, con autonomía y dependientes de distintos órdenes de Gobierno, se encargan de este importante servicio.

La polémica se desata cuando vemos las capacidades de uno u otro organismo, el municipal si bien arrastra problemas desde hace años por los malos manejos, se defiende como gato “panza arriba” otorgando un servicio más pronto y expedito (para muestra las últimas semanas en donde se repararon varios de los pozos de distintos fraccionamientos del municipio y que hoy ya gozan de un servicio normal), mientras tanto –y sobre todo en ejidos de Torreón– tenemos la otra cara de la moneda, poca o nula presión y ciudadanos desesperados porque el Simas rural no resuelve.

Y es que los activos del Simas Rural ascienden a poco más de $74 millones de pesos, de los cuales, 83% están financiados por pasivos, que al final de 2018 sumaron $62 millones de pesos. Para este último periodo, su patrimonio total es de $12 millones de pesos, resultado de restar al patrimonio contribuido de $66 millones, un patrimonio generado de -$54 millones, compuesto de las pérdidas acumuladas de $38 millones en resultados anteriores y los $15 millones para el último año.

En comparación, el Simas Torreón cuenta $1,768.2 millones en activos, 23 veces más que el Simas Rural. De estos, solo 11.30% es representado por deuda. Estos activos generan nueve veces más ingresos, al contabilizar $680.7 millones en 2018, con un resultado del ejercicio positivo de $26.6 millones.

Una mejora considerable respecto al 2017 en donde se tuvieron pérdidas por $12.10 millones. El estrés financiero al que se enfrenta el Simas Rural no le permite mantener el objeto de su creación, situación que se agrava con el traslape en el servicio que ofrece con los otros organismos municipales, ya que mientras Simas Torreón tiene la capacidad operativa y financiera para atender a la ciudadanía, en la actualidad no están bien definidos los límites territoriales en los que debe operar cada organismo, haciendo necesaria una redefinición del esquema de trabajo.

El Simas rural presenta graves deficiencias en su servicio, que afecta de manera constante a la mayoría de los usuarios, principalmente de ejidos, sin posibilidad alguna de soluciones ni en el corto ni en el mediano plazo. Se encuentra rebasado en capacidad y recursos, y su existencia ya no tiene sentido alguno.

Siendo lo mejor para todos que sus funciones en el área que corresponda al territorio torreonense las realice el Simas Torreón. Imagínese estimado lector el día a día de la gente principalmente de ejidos, en plena contingencia, sin poder llevar muchos recursos que les permitan sobrevivir y además sin tener acceso –más que por pipas que van y llenan botes o cisternas– al vital líquido. Tenemos que hacer algo y pronto. La pregunta es, y toda esta gente ahora ¿Qué más debe aguantar?
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