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Gerardo Aguado
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Gerardo Abraham Aguado Gómez es miembro de Acción Nacional desde 2008. Actualmente es Diputado local en la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Coahuila. @GerardoAguado

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06 Febrero 2021 04:00:00
PRI y Morena: presidencialismo y corporativismo
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El Partido Revolucionario Institucional ha definido la historia contemporánea de México, se mantuvo en el Gobierno desde su fundación en 1929 hasta el triunfo de Vicente Fox en el 2000.

Lo que nació como un “proyecto revolucionario”, que buscaba reestructurar la sociedad mexicana, se convirtió en un sistema de partido hegemónico y patriarcal en el que la concentración del poder, las prácticas autoritarias y la corrupción dieron forma a un sistema popularmente conocido como la “dictadura perfecta”. Repito, estoy hablando del PRI, aunque la descripción embona perfectamente con el ADN de Morena.

El entonces PNR (ahora PRI) legitimó su permanencia en el poder con la existencia de un supuesto sistema democrático, que se sustentaba en la celebración de elecciones periódicas y en la existencia de una oposición política.

Sin embargo, para alcanzar la estabilidad partidista a la que aspiraba Plutarco Elías Calles, se implementaron una serie de estrategias que facilitaron mantener al partido en el poder. ¿Cuál fue una de esas estrategia ? Quizás le suene familiar: concentrar el poder político en el Presidente de la República.

La Constitución de 1917 permitió en gran medida construir un sistema político en el cual el Presidente concentraba una gran cantidad de competencias que le otorgan un papel decisivo por encima de cualquier otro poder –Legislativo y Judicial–.

De esta forma, la trayectoria del PRI a lo largo de la historia ha estado estrechamente ligada a la voluntad y a las intenciones políticas de los presidentes del momento. Sin embargo, para prevenir la repetición de una dictadura prolongada como el porfiriato, se prohibió la reelección presidencial y se estableció el ciclo de sexenios que hasta hoy prevalece.

Esta concentración de poder, por la cual tanto había luchado el PRI, cambió con la llegada del PAN a la Presidencia de México en el 2000 y reformó por completo la estructura de Gobierno. Se crearon instituciones con autonomía técnica y de gestión y se fortaleció al Poder Legislativo y Judicial.

Sin embargo, hoy en pleno 2021, parece que tomamos una máquina del tiempo y nos regresamos a la época de Elías Calles, pero con una gran diferencia: ese corporativismo y centralismo lo lleva al dedillo un viejo PRI bajo siglas de
Morena.

Aquel discurso del partido del Presidente de que fortalecería la democracia y transparentaría la función pública, fue solo la fachada para vender un proyecto que en realidad vendría a regresarnos a las maneras más autoritarias de hacer política. No nos vayamos con la finta, el Morena de hoy es lo mismo que representó en su momento el PRI y de lo que tanto nos lastimó como sociedad.



Gerardo Abraham Aguado Gómez es miembro de Acción Nacional desde 2008. Exdiputado local en la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Coahuila.
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