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hace 3 años
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Sin indemnización a deudos de trabajadores muertos por fuga de ácido en León

SAPAL ofreció pagar la indemnización constitucional por la terminación de la relación laboral

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Foto: Zócalo | Especial
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Guanajuato.- El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León -Sapal- no ha aclarado la forma en que se detonó el derrame de ácido sulfhídrico que causó la muerte de cinco trabajadores en la planta de tratamiento el 13 de noviembre, pero tampoco ha cumplido con el pago de indemnizaciones por este accidente de trabajo a los deudos de las víctimas, denunciaron algunos de los familiares.

Además, mostraron capturas de pantalla en las que se ve que al menos uno de los trabajadores había reportado problemas de fugas a sus superiores del organismo operador, por lo menos dos días antes del percance que costó cinco vidas humanas y la de un perro que se encontraba en el lugar.

Luis Ángel Briseño Rangel, hermano de Víctor Briseño -una de las cinco víctimas de la fuga de ácido ocurrida en esta ciudad- dijo que fue hasta después de 20 días de la muerte de Víctor en el módulo de desbaste de la planta de tratamiento cuando representantes de SAPAL se acercaron a la familia, pero únicamente para ofrecer un finiquito, sin que mencionaran u ofrecieran la indemnización que correspondería por el accidente laboral.

SAPAL ofreció pagar la indemnización constitucional por la terminación de la relación laboral, la prima de antigüedad, partes proporcionales de vacaciones, aguinaldos y prima vacacional y el fondo de ahorro.

“Entonces, nosotros nos negamos a firmar porque cuando les dije 'está bien, esta es la parte de su finiquito, ¿cuánto será la indemnización por riesgo de trabajo?' Dijeron 'Pues ahí está incluida'”, expuso Luis Ángel.

Ello, a pesar de que, en un comunicado difundido desde el día siguiente del accidente, el organismo ofreció brindar a las familias “todo nuestro apoyo y el acompañamiento que sea necesario”.

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"No hay ningún tema de indemnización por riesgo de trabajo que sucedió, que es más que claro que fue realizando sus actividades de trabajo en horario laboral, dentro de la empresa", dijo el hermano de Víctor, quien tenía más de seis años trabajando en SAPAL.

Era ingeniero en tecnología ambiental por la Universidad Tecnológica de León, y había ingresado al organismo operador del agua leonés desde un año previo a concluir sus estudios.

Junto con otros cuatro trabajadores, la noche del 13 de noviembre se encontraba en el módulo de desbaste cuando se produjo lo que posteriormente SAPAL definió como “una alta concentración de gases tóxicos en un área abierta”, alrededor de las nueve de la noche.

Cuando llegaron corporaciones de emergencia, encontraron a los cinco trabajadores -entre ellos Víctor Briseño- y al perro que estaba con ellos, todos sin vida.

A la viuda de Omar Ignacio -otro de los trabajadores-, quien está embarazada, le ofrecieron 32 mil pesos como finiquito.




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